lunes, 14 de diciembre de 2009

The day Punk died

Hoy, 14 de diciembre, hace 30 años que salió al mercado el album que convirtió un supuesto movimiento musicalmente revolucionario en cenizas: London Calling de The Clash.
Nunca me ha gustado el punk. Es así de fácil. Nunca lo he podido considerar como algo importante a nivel musical y, en mi caso, sólo tiene interes por su pasado y su futuro: gracias a la aparición de bandas como Sex Pistols, The Damned o Buzzcocks el público relegó al olvido los insoportables ejercicios de virtuosismo de bandas endiosadas tipo E.L & P. o Yes (el pasado) y nació un movimiento que marcó el cambio en la concepción musical de los 80, el Post-Punk (el futuro).
Cualquiera que esté un poco metido en la música sabe que el punk no nació con los Pistols. Cuatro tipos de Queens llevaban haciendo desde el 74 un Rock mezclado con Surf y tocado a toda velocidad antes de que el señor McLaren decidiese que aquel fulano de dientes asquerosos que iba por su tienda SEX podía dar la imagen para su nuevo engaño. Y no sólo Ramones. Ya existían canciones (y puestas en escena) como las de The Stooges ("Search and destroy", "I wanna be your dog", "Loose", Raw Power") o MC5 desde Michigan o la mezcla anárquica de Rolling Stones + Glam Rock de New York Dolls. Incluso antes hubo una ingente cantidad de grupos, muchos de ellos simples "one-hit wonders", que tocaban más alto y más sucio de lo que era minimamente aceptable para las radios de la época (canciones de The Sonics como "Psycho", "The Witch" o "Strychnine" no eran lo que un papá de clase media blanca quería que escuchase su niña de clase media blanca en el año 1965).
La imagen de Iggy en el 72 untado de crema de cacahuete y enseñándole su escuálida anatomía al público era más impactante que J. Rotten explicando que la reina pertenecía a un regimen fascista que te convertía en un imbécil.
Sex Pistols fueron lo que fueron: un montaje de un espabilado que duró un año escaso, que consiguió publicar un disco mediocre y poco o nada imaginativo y que después se dedicó a vivir del cuento.
Entonces ¿por qué esa adoración hacia el punk que se mantiene generación tras generación? Yo sólo encuentro una explicación (poco original ya que la he leído en más de un acertado artículo): el punk como idea, no como ideología ni como movimiento musical, ha sido importantísimo porque rompió con la norma establecida de que la música sólo la pueden crear mentes sesudas que manejan sus instrumentos a la perfección y conocen cada variación del acorde de Sol. El punk abrió la música a cualquiera que quisiese expresarse, a cualquiera que tuviese algo que decir, aunque lo que quisiese decir fuese una estupidez...no importaba...lo que pasó a tener valor fue el hecho de expresarse y hacerlo por uno mismo (el famoso Do It Yourself).
Nacieron discográficas independientes en cada sotano de U.K., los nuevos grupos que empezaron haciendo punk simplemente porque no sabía tocar y no podían hacer otra cosa fueron definiendo su estilo y tras unos meses comenzó lo que sí fue importante para la música. Y nació de la mano del que había sido una de las cabezas visibles del punk: John Lydon graba el primer album de P.I.L. y se produce la ruptura entre la idea de rock llamémosle tradicional y a ese nuevo sonido que a falta de otro nombre que pudiese aglutinar a grupos tan distintos como P.I.L., Joy Division, The Fall, Siouxsie and the banshees etc se lo denominó simplemente Post-Punk.
Fue una época breve pero fructifera. Nombres como Ian Curtis, Mark E. Smith, Susan Janet Ballion (aka Siouxsie), Pete Shelley & Howard Devoto, Robert Smith, Nick Cave & Rowland S. Howard (en Australia), Jaz Coleman, PeterMurphy & Daniel Ash y un larguísimo etc siguieron el camino marcado por Lydon en "First Issue" y "Metal Box" caracterizados por las arengas recitadas por el lider acompañadas por los atronadores bajos de Jah Wobble y las guitarras marcianas de Keith Levene.
Esto no tenía nada que ver con lo que se había hecho hasta el momento; sólo la colaboración hacía más de una década entre dos genios (Lou Reed y John Cale) había dado un fruto tan extraño (ya sé que la estremecedora historia que narraba la adorable Billie Holiday no tiene ninguna relación con esto). Tal vez sin la Velvet Underground (y sin "Venus in Furs o "Sister Ray") no hubiese existido el Post-Punk, tal vez sí. En realidad, no importa. Lo que importa es que entre 1978 y 1985 unos cuantos personajes dieron un golpe de estado musical mucho más importante que el punk...y gracias al punk.
...después llegaron las hombreras, la laca y el maquillaje y se fue todo al garete.

¿A qué venía todo este comentario revisionista y, lo reconozco, totalmente innecesario? En primer lugar porque, como muy acertadamente afirma mi amigo y workmate Richard (que sí vivió en primera persona el punk en U.K.) me encanta oir mi propia voz y en segundo lugar para situar contextualmente la salida al mercado de uno de mis discos favoritos.
Como dije al comienzo, hoy hace 30 años que The Clash publicó London Calling. La historia de The Clash la podeis encontrar en cualquier página de la Red, al igual que un montón de críticas buenas y malas sobre el disco. Para mi, es un disco con un significado especial, tanto a nivel personal como musical.
Mientras en ese año, 1979, los grupos empezaban a mirar hacia el futuro (Lydon llegó a afirmar que buscaba acaba con la música tal y como se conocía hasta el momento) The Clash mira hacia el pasado, pero un pasado que no tenía nada que ver con insoportables solos de batería y teclados de 20 minutos. Dejan a un lado el punk y los nuevos temas se empapan de influencias Reggae, Dub, Ska, Rockabilly, Jazz, Pop e incluso R&B de estilo New Orleans (esa sección de metales!).
De hecho, si se mira con la perspectiva adecuada no es sorprendente. La mezcla de punks blancos y negros jamaicanos en Londres venía de atrás. Lydon y Don Letts habían viajado a Jamaica poco antes de grabar "First Issue", Jah Wobble era un apasionado del Dub y, aunque sean dos estilos totalmente opuestos, el Reggae estaba muy presente entre algunos punks. Y no hay que olvidar que Keith Levene había formado parte de The Clash muy al principio y que había sido él quien había enseñado a tocar la guitarra a Mick Jones.
Así, mientras PIL "deconstruía" la música rock, The Clash la empapaba de viejos estilos creando un album inolvidable. También hay que decirlo: London Calling los agotó como banda. Su siguiente publicación Sandinista (album triple!!) hay que darle de comer aparte; según qué día, puede llegar a ser insoportable y dejando a un lado pequeños "milagros" como "Should I stay should I go", "Rock The Casbah" y "Know your rights" del incluso más mediocre Combat Rock, es mejor olvidar todo lo que hicieron tras London Calling.
30 años no son nada en comparación con los siglos que lleva existiendo la música, pero para algunos de nosotros es casi toda nuestra vida. Mientras Joy Division creaba su primera obra maestra, "Unknown Pleasures"-1979 (ayudados por el inefable Martin Hannett) y nos enseñaban que las baterias no tenían que sonar tan ridículas como nos hicieron creer Judas Priest, The Clash grababa una versión de Brand New Cadillac (Vince Taylor-1958) y se quedaban tan anchos.
Pasado y futuro, dos formas de ver la música que fueron de la mano durante un año memorable. No estamos obligados a escoger: ¿London Calling frente a Unknown Pleasures? ¿Por qué no London Calling + Unknown Pleasures?
Es un pasado que no volverá aunque grupos como Interpol y Editors nos quieran hacer creer lo contrario. Es un pasado que tuvo su razón de ser gracias a que gente inteligente supo ver lo que había detrás de la idea punk: Hazlo tú mismo.
Y ahora dejad que la aguja caía suavemente sobre el primer corte de la primera cara del disco:
London calling to the faraway towns/Now that war is declared and battle come down....

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