jueves, 9 de julio de 2009

avispa



pero cristo dormía

cuando lázaro empezó a golpear;

la sangre de sus nudillos humedeció el ansia de luzbel

párpados cerrados, uñas afiladas con la piedra del tiempo,

se exhibe

es diminuta, una picadura

sonrisa de amapola

sobre ramas de cielo azul

labios hemostáticos en la válvula

retuercen las alas rotas de la temida Enfermedad

hijo de puta, eres obligado a volver

estás obligado a sufrir,

es triste saber que ya no queda nada por lo que pelear

o ¿tal vez tenga que abrir los ojos para poder ver?


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